Decorar la casa siguiendo a rajatabla las directrices de un mismo estilo es cosa del pasado. Ahora, lo que se lleva es combinar diferentes estilos y texturas en el interiorismo. Eso sí, no se trata de mezclar elementos de aquí y de allá sin pensar en el conjunto. Aquí van algunas ideas y trucos para que encuentres el equilibrio perfecto.
Uniformidad
Acabamos de mencionarlo, pero es importante recalcarlo: una cosa es mezclar y combinar diferentes estilos y otra muy diferente crear una amalgama sin sentido. Uniformidad y coordinación son las claves.
Para lograr una combinación de éxito, puedes apostar por un estilo que predomine e incorporar unos pocos detalles de otra tendencia. Por ejemplo, un baño de aire industrial con un toque nórdico: acierto seguro.
Gracias al revestimiento y pavimento Oslo gris, de Gala, lograrás que la estancia respire ese aire industrial. Completa el look con un mobiliario sencillo pero de líneas modernas, como los sanitarios suspendidos Emma y el lavabo para encimera Klea. Y da el toque especial incluyendo pequeños elementos decorativos de formas limpias y madera clara, como unas lámparas colgantes o, incluso, una butaca de estilo escandinavo.
Busca el equilibrio entre antiguo y moderno
Una de las tendencias más seguidas a la hora de combinar diferentes estilos es la conjunción de clásico y moderno. En un baño de ambientación rústica lograrás un resultado muy actual y fresco incorporando piezas de líneas minimalistas.
Toma como idea el ambiente de la imagen superior: con un revestimiento muy sencillo (el modelo es Bianco Formigal en acabado mate, de Gala) y una sobria encimera para lavabo en madera se logra renovar por completo una estancia en la que el resto de elementos –desde los sanitarios al pavimento- son mucho más clásicos.
Por cierto, fíjate en el detalle de la grifería. El modelo Grecia, de Gala, sirve para romper con el minimalismo que predomina en la zona de lavabo e integrar por completo ambos ambientes.
En sentido contrario, también es un acierto incorporar detalles y elementos que a priori consideraríamos clásicos a una habitación en la que predomina el interiorismo contemporáneo, para dar un toque de distinción.
Los sanitarios y lavabos de la colección Arq aportan el estilo desenfadado y moderno que tan bien encaja con una de las tendencias que más han triunfado en los últimos años, el Black&White, pero es el mármol en la zona de lavabo el que consigue dotar de gran elegancia a todo el conjunto. El pavimento completamente negro en brillo refuerza esta transición entre clásico y moderno.
El elemento diferenciador, en el centro
Ojo, no es literal. No se trata de que coloques en el medio de una habitación esa pieza especial, pero sí de que lo apuestes todo a ella si crees que lo vale. Una cocina de diseño contemporáneo, donde es el mobiliario de líneas rectas, minimalistas y en tonos claros, en combinación con el acero, el que marca la línea a seguir cambiará por completo si se incluye un elemento “transgresor”, como una nevera tipo años 50.
Potenciándola con otras piezas de inspiración retro la transformación será total y la integración de diferentes estilos todo un éxito: el juego de sillas vintage (todas diferentes), contribuye a generar una sensación de naturalidad e informalidad; y las paredes, en las que se ha jugado visualmente con las texturas al intercalar el revestimiento Sidney beige, de Gala, con el mosaico de la misma serie, intensifican la personalidad retro del conjunto.
Saca partido al color
Finalmente, muchas veces combinar diferentes estilos es tan fácil como dar una vuelta de tuerca a los básicos con pequeñas pinceladas de color. Por ejemplo, en un cuarto de baño como el de la fotografía, donde son las formas simples y los colores neutros y naturales de la cerámica Moscú Gris los que dominan el ambiente, son los detalles de estilo pop en colores pastel los que dan el toque diferenciador.