¿Quién dijo que el gris era aburrido? Hoy te demostramos, a partir de cinco propuestas de salones muy diferentes, cómo este color es capaz de vestir de auténtica tendencia cualquier estancia de la casa.
- Combínalo con blanco y negro
Suelo gris, paredes blancas, mobiliario en un perfecto black&white y tendrás un salón moderno y lleno de estilo. La elección de un pavimento gris claro rompe la monotonía del resto de la estancia, donde predominan los blancos y los detalles en negro, y ayuda a amplificar la luminosidad de la estancia. Para un resultado aún más natural, prueba a introducir un toque de madera clara en el mobiliario, como en la imagen. El pavimento es el modelo Berlín, de Gala.
- Para un look industrial de catálogo
Un perfecto look industrial suele ir asociado a materiales de obra, texturas imperfectas y elementos de ambientación urbana, por eso un porcelánico como Laponia, de acabado cementoso envejecido, es perfecto para lograr un salón digno del más auténtico de los lofts neoyorkinos.
En combinación con una madera oscura -como el revestimiento de la chimenea de la imagen, modelo Taiga visón-, el gris se convierte en el protagonista del salón y le confiere toda su personalidad.
- Con colores suaves
Aunque no lo creas, el gris casa muy bien con colores pastel y ayuda a dulcificar ambientes. Incluso un pavimento que se inspira en los cementos, con un marcado efecto frame en el borde, como es el modelo Estocolmo de Gala -y que tradicionalmente relacionaríamos con un ambiente urbano- sirve para construir un perfecto salón de estilo romántico, gracias a su combinación con tonos suaves, como el crema de la pared y el sofá, o el verde del sillón.
- De inspiración clásica
El gris es, también, un buen recurso para construir un ambiente de marcado carácter clásico. Si te decantas por una tonalidad clara y con textura, como Chicago, darás vida y mucha más luz al resto de elementos de la estancia, en este caso un chester de piel envejecida y una gran estantería en hierro forjado negro.
- Madera, pero en gris
Gris y madera. Es una combinación que triunfa y, más aún, si los unificas, como en esta idea de salón en la que se ha incorporado el porcelánico Irati en color gris en el suelo. La textura de madera inspira calidez al ambiente, mientras que el acabado gris aporta originalidad y elegancia, características que encajan muy bien en el estilo del espacio, de clara inspiración contemporánea.