Si convives con algún mayor lo sabrás: uno de los principales hándicaps en el mantenimiento de la autonomía de las personas mayores y uno de los riesgos más serios para su seguridad son las barreras arquitectónicas, principalmente en el hogar. De hecho, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología estima que un tercio de las personas mayores de 65 años sufre al menos una caída al año y el 58% de estos accidentes se producen en el propio domicilio. Por eso es tan importante garantizar la movilidad y accesibilidad en el hogar. Una cuestión, por cierto, que no es nada difícil de conseguir: con pequeñas reformas se pueden lograr grandes avances en seguridad y te lo vamos a demostrar.
Normalmente, las principales dificultades de movilidad en casa surgen en el baño. Actividades que nunca antes habían supuesto un problema, con la edad se convierten en auténticas odiseas, como darse un baño. Sustituyendo la bañera por una ducha, o incluso rebajando al nivel del suelo el plato de ducha, resolverás por completo el problema. El modelo Base Surface de Gala al ser extraplano, tiene una altura de solamente 3 centímetros, facilita mucho el acceso a la ducha, y ofrece una superficie texturizada que es antideslizante. Ten en cuenta, además, que las duchas rectangulares ofrecen mayor amplitud y, por lo tanto, facilitan la movilidad.
Precisamente, uno de los mejores trucos para evitar caídas en el cuarto de baño es la instalación de asideros a los que el mayor pueda sujetarse ya sea en la ducha o junto al inodoro, como los que encontrarás en la colección Trendly Hotels.
Asimismo, apuesta por espacios amplios y minimiza al máximo los elementos que, en un momento dado, se pueden convertir en obstáculos. Un lavabo sin pedestal, que genere el máximo espacio libre puede ser una muy buena solución. Por ejemplo, Gala dispone, en la colección Blue, de un lavabo de instalación mural que, gracias a su diseño curvo, facilita el acceso frontal al máximo. Además, esta misma línea dispone de un inodoro de asiento fijo especialmente pensado para personas con movilidad reducida.
Pero no todo es el baño. Tanto en los pasillos como en las habitaciones, minimiza los riesgos despejando al máximo las zonas de paso (asegúrate de que no haya mesas auxiliares u otros muebles que puedan afectar a la movilidad) y, por supuesto, retira las alfombras. Puede parecer una tontería pero a los mayores les cuesta mucho levantar los pies al caminar y las alfombras son fuente de muchos tropiezos.
Para mayor seguridad, sustituye el pavimento de los espacios donde haya baldosas, como la cocina, el baño o la terraza, por una superficie que no resbale. Dentro de la gama de cerámicas antideslizantes de Gala, el modelo Chicago, por su diseño contemporáneo, encaja a la perfección en todo tipo de hogares.
Como ves, adaptar la casa a las necesidades de los mayores no es nada complicado ni requiere de grandes obras. Sólo has de echar un vistazo a tu alrededor, detectar las posibles barreras arquitectónicas de tu hogar y aplicar el sentido común.