No es cuestión de volverse loco, sino de saber cuál se adapta mejor a cada tipo de espacio. El lavabo es una de las piezas clave del baño y su elección puede resultar más complicada de lo que pensabas en un primer momento, sobre todo echando un vistazo a la variada oferta que existe hoy en día en el mercado. Por eso, aquí van algunas pautas y consejos para que sepas identificar desde el primer momento qué lavabo le conviene a tu baño.
Para empezar, define algunas cuestiones importantes que son independientes al tipo de lavabo, como el tamaño (asegúrate de medir bien el espacio disponible y elegir un modelo acorde al mismo), la forma (por ejemplo, en un baño con mobiliario muy recto, un lavabo redondo puede ser el elemento definitorio que rompa la monotonía del ambiente; mientras que en baños familiares un lavabo rectangular puede resultar mucho más cómodo, por sus mayores dimensiones), el material (cerámica, vidrio, piedra…) o el acabado.
Una vez tengas claras todas estas cuestiones, es el momento de valorar qué tipo de lavabo encaja mejor con tu cuarto de baño. Esto es lo que has de tener en cuenta:
- Encimera
Estos lavabos se encastran directamente en una encimera o mueble, de forma que la parte baja del lavabo queda oculta en el mobiliario. Es una opción clásica en la que encontrarás un amplio catálogo de modelos y formatos. Redondo, como el modelo Jara de la imagen superior, inspirado en los lavamanos más tradicionales, es perfecto para baños rústicos o a los que se quiere imprimir un toque vintage. Por su parte, un modelo rectangular como Aída es un básico funcional que nunca pasa de moda.
- Semi-empotrar
Este formato es el camino intermedio entre un lavabo de encimera y un lavabo exento. La encimera (estrecha) sirve para apoyar objetos decorativos o de aseo, pero el lavabo mantiene intacta su personalidad al permanecer a la vista prácticamente todo el modelo. Es una solución con mucho estilo y, sobre todo, muy práctica, ya que en baños estrechos permite ampliar las zonas de paso sin renunciar a la encimera.
En combinación con una encimera de madera, estos lavabos resultan un recurso luminoso y muy actual, como en la imagen anterior, con el modelo Óvalo, de Gala.
Para un baño de corte clásico, opta por un lavabo semicircular, como Flag:
- Bajo-encimera
Como su propio nombre indica, el lavabo en este caso se hunde bajo la encimera. Probablemente, sea la opción donde el lavabo adquiere menor protagonismo, pues se integra completamente en un todo con la encimera. No obstante, se trata de un estilo que favorece al máximo la personalización, pues existen multitud de formas y tamaños disponibles.
- Sobre-encimera
No hay interiorista que se precie que no incluya este tipo de lavabos en sus diseños, y es que este modelo es auténtica tendencia. Redondos, ovalados, cuadrados, rectangulares, con paredes altas, bajas o irregulares, perfiles finos o gruesos… Hay tantas posibilidades como quieras y lo mejor de todo es que el resultado es siempre sofisticado y estiloso.
Este sí es un lavabo para protagonizar el baño, pues si algo tienen en común estos modelos es un elevadísimo sentido estético. Y para muestra, un botón: el modelo de la imagen superior, Bowl, está pensado para dar un extra de sofisticación al baño. Su original diseño en forma de taza es perfecto para estancias juveniles y cosmopolitas, donde se buscan elementos diferenciadores y que rompan con la monotonía del espacio. Por su parte, el modelo Cubic, de Gala, (abajo) es magnífico para un baño minimalista y elegante, donde predominen las formas cúbicas que, sin embargo, pierden presencia con maestría en la bajada en diagonal de la cubeta. Como ves, dos opciones muy distintas, pero igualmente resultonas.
- Sobremueble
El clásico entre los clásicos. Este lavabo permite la integración total con el mueble de baño. De su diseño dependerá no solo la forma de la cubeta, sino también la capacidad para colocar objetos de aseo o decoración en el rebosadero.
En este sentido, el lavabo sobremueble Klea, una de las propuestas más novedosas de Gala, destaca por la linealidad y sutileza de sus formas, que encuentran la combinación perfecta en el mueble de la misma serie. De corte clásico, es, sin duda, una solución versátil y elegante que funciona en ambientes muy diferentes.
- Mural
Los lavabos murales se empotran directamente en la pared, lo que evita tener que recurrir a encimeras y muebles. Por eso, son una opción fantástica para cuartos de baño de modestas dimensiones donde se intenta evitar que el mobiliario empequeñezca aún más el espacio. Además, estos lavabos suelen ser muy versátiles.
Fíjate si no en el modelo Aída: refinado y moderno, casa con todo tipo de estilos decorativos.
Por otra parte, este tipo de lavabos son mucho más accesibles para personas en silla de ruedas, que podrán aproximarse mejor a la cubeta, por lo que si en casa hay personas mayores o con movilidad reducida un lavabo como Blue, especialmente diseñado para estos colectivos, es una opción a tener muy en cuenta.
- Lavamanos
No debemos olvidar el aseo o baño de cortesía. Para estos casos en los que normalmente no necesitamos dedicar tanta capacidad al almacenaje, lo ideal es optar por un lavamanos que nos permita aprovechar al máximo el espacio disponible. Aunque hay de todo, lo habitual es que el lavamanos no mida más de 50 cm. de largo y 30 cm. de ancho, pudiendo incluso aprovechar las esquinas.
Para inspirarte, te sugerimos este modelo de Gala, Isla, que demuestra que la funcionalidad y el tamaño no están para nada reñidos con el estilo.
Y tú, ¿sabes ya cómo será el lavabo de tu próximo baño?