Alargar la vida del mobiliario del baño es mucho más fácil de lo que crees. Solamente hay que tener en cuenta algunas buenas prácticas a la hora de la limpieza y el mantenimiento. Porque no es igual el cuidado que requiere la bañera o el que necesita la cerámica sanitaria, toma nota de estos consejos para tener un baño 10 por mucho tiempo.
Limpieza y mantenimiento de la porcelana sanitaria
La porcelana sanitaria —o, en otras palabras, el lavabo, el inodoro y el bidé— tiene un mantenimiento muy sencillo y su limpieza también lo es. Con un cepillo de púas finas o una esponja y la ayuda de un detergente líquido, el resultado será impecable. No necesitarás, por lo tanto, estropajos metálicos ni raspadores que no son para nada recomendables porque podrían dañar la superficie de la porcelana.
Para la cal, o en el caso de suciedad resistente, puedes aplicar un producto de limpieza abrasivo pero, eso sí, con una esponja, nunca con la parte metálica de un estropajo.
Con estos pasos, tu baño mantendrá el aspecto del primer día durante mucho tiempo pero, para un correcto mantenimiento, hay otros trucos que puedes poner en práctica. Por ejemplo, es importante revisar periódicamente las juntas de los desagües y comprobar que no hay filtraciones ni goteras. Cada tres meses, además, conviene limpiar bien la cisterna del inodoro ¡acabarás con los posibles malos olores y la higiene será total!
Asientos y tapas: ¡cuidado!
Todo lo anterior es fácil y, en realidad, bastante obvio, pero hay un elemento del inodoro que va por libre y no se rige por los consejos de limpieza y mantenimiento anteriores: el asiento. Por sus características de fabricación, esta pieza necesita un mayor cuidado para mantener todo su esplendor. Ello no quiere decir que requiera de una limpieza compleja, al contrario. Lo único que debes evitar es el uso de lejías, amoníacos, acetatos y productos con bioalcohol, que sí puedes emplear, por ejemplo, en la taza del inodoro. Para el asiento y la tapa, con un paño suave y agua con jabón, basta.
Y ten en cuenta un aspecto muy importante: si se pone algún producto abrasivo en la cubeta del inodoro, hay que levantar siempre el asiento, pues la emanación de gases puede deteriorarlo.
Finalmente, un apunte a tener en cuenta en modelos de sanitarios con asiento de caída amortiguada: deja siempre que la tapa y el asiento bajen solos; acompañarlos como si se tratara de un inodoro normal puede estropear el mecanismo.
Cómo limpiar la bañera y el plato de ducha
La bañera o el plato de ducha deben también cuidarse apropiadamente para asegurarnos de que permanecerán en buen estado el máximo tiempo posible. Una vez más, una esponja, agua y jabón serán tus mejores aliados. Eso sí, después de la limpieza, es conveniente secar bien la bañera o el plato de ducha para evitar la formación de placas calcáreas.
Ten en cuenta, a la hora de elegir los productos de limpieza, que los detergentes muy concentrados pueden dañar la superficie de la bañera y del plato de ducha, tanto los de acero como los acrílicos.
Por cierto, si accidentalmente se produjese algún arañazo en la superficie del plato de ducha acrílico, con repasar la superficie con pulimento exento de disolventes, ¡listo! Quedará como nuevo.
Limpieza y mantenimiento de los muebles
Los muebles son la parte más fácil de la limpieza del baño: un paño suave humedecido en agua jabonosa y… ¡voilà! Mueble impecable. Una solución que vale tanto para retirar las pequeñas motas de polvo que se acumulan en la superficie como para manchas o pegotes de productos de higiene y belleza. Y ello, sin dañar en absoluto el tablero del mueble, independientemente de si su acabado es mate o tiene brillo, e incluso de color, como el mueble Ágata de Gala: